viernes, 25 de septiembre de 2009

UP

Desbordante ternura en una historia que conmovera aincluso a los corazones más gélidos. Y es que siempre nos queda la esperanza de lograr los viejos sueños, incluso cuando todo el mundo que habíamos contruído alrededor parece desmoronarse en pocos segundos.

Tras un abuelo malhumorado, cascarrabias y protestón se esconde un hombre abrumado por la soledad tras una vida compartida. Vistiendo de recuerdos sus días, en aparente indiferencia ante un mundo que ha ido cambiando a su alrededor, pero al que ha sido -en su felicidad diaria y tranquila- completamente ajeno.

Un sueño. Una promesa de infancias compartidas en cabañas y árboles. Un viaje, todo el tiempo del mundo, y el ingenio para lograr mantener sus recuerdos mientras piensa en llevar a cabo el deseo de toda su vida: hacer de su profesión (vendedor de globos) su gasolina: enganchando miles de globos a su casa rumbo a América del Sur.

Pero para compensar la aparente falta de inocencia, en su viaje se verá inesperadamente acompañado por un explorador que debe concluir su formación como aventurero. 8 años, cargado de ilusiones y optimismo y siempre dispuesto a mostrar curiosidad por todo lo que le rodea. Y ante todo, el ímpetu que falta a menudo cuando el día a día se tuerce y se carga de malos presagios, cuando la experiencia nos previene de las dificultades y la candidez supone el motor para superar los miedos.

Redescubre el niño dormido que todos tenemos dentro

DIRECTOR: Peter Docter, Bob Peterson
AÑO: 2009

No hay comentarios:

Publicar un comentario