Nunca nos dejamos sorprender tanto como cuando vemos una película por primera vez. A menudo sucede que, con el paso del tiempo, los detalles se difuminan y las nuevas visiones suponen un sablazo al recuerdo, y una puerta abierta a vislumbrar detalles que en principio pasan desapercibidos. Sin lugar a dudas, cuando uno habla de Psicosis lo primero que evoca es el cuchillo en la ducha, y la imagen de una hermosa Janet Leigh mostrando sensualidad incluso antes de ser asesinada. O el propio rostro atónito al descubrir el verdadero rostro de la tirana madre de Norman, el afable taxidermista de talante angelical.
Madre e hijo, dos en uno… quizás le hubiera restado el final demasiado doctrinal. En ocasiones es mejor dejar las interpretaciones en un suspiro, para que uno pueda dar rienda suelta a la imaginación y establecer su propia conclusión tintada de sangre.
DIRECTOR: Alfred Hitchcock
AÑO: 1960
No hay comentarios:
Publicar un comentario