domingo, 23 de noviembre de 2008

EL NIÑO CON EL PIJAMA DE RAYAS (The Boy in the Striped Pyjamas)

Dicen que con la edad uno recupera parte de la inocencia con la que jugaba siendo niño. Pero en ocasiones confundimos la inocencia con la inconsciencia, el desconocimiento colorea la mirada de un niño que no ve más allá del simple juego, que desconoce el prejuicio y la doble moral que se esconde tras muchos actos aparentemente magnánimos.

Uno se sienta en la butaca. Cámara, luces y acción sabiendo la trama de la historia de antemano, conociendo el final que ya no sorprende ni tan siquiera a los que no han devorado el libro en un tarde de domingo lluviosa como cualquier otra.

Una zanja, un par de niños que sólo se diferencian por algún diente caído y su vestir, contaminados por el devenir de una historia que será su herencia, su recuerdo, y su destino. Conversaciones y deducciones que previamente imaginamos mientras Bruno contaba sus escapadas a través del bosque, su incomprensión al no poder jugar con los niños de esa granja tan cuidada, su amor filial incondicional, y es que un niño no duda sobre la bondad de un padre... aunque nadie vaya a convencernos de que el amor filial convierte a todo corazón en un mar de buenas intenciones. Inocencia, ingenuidad, quizás para tratar de demostrarnos que a menudo todo es más sencillo de lo que parece... y no obstante, con la experiencia, lo volvemos más complicado.

Buena adaptación sin mayor dramatismo que la perspectiva de un niño que no pudo descubrir que, en realidad, ese traje no era un pijama.

DIRECTOR: Mark Herman
AÑO: 2008

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