domingo, 3 de enero de 2010

EL CIELO SE EQUIVOCÓ (Chances Are)

Si algo tiene de bueno el cine americano es la credibilidad de sus intérpretes. Tras el regusto amargo del partenón local, poder disfrutar de actuaciones naturales es un regalo para los sentidos.

A veces no es necesario un guión espectacular para poder regalar una cinta entrañable. Ni grandes efectos. Sería la sencillez de los pequeños detalles, que sumados pueden lograr un resultado enternecedor. Y no es sencillo rozar el sentimiento sin caer en el melodrama o el excesivo tono pastel. Hablar del dolor de una ausencia desde el guiño y la ironía sin ser hiriente.

Hay momentos en los que nos planteamos qué sucedería en la vida de las personas ante nuestra ausencia. Y en ocasiones nos gustaría pensar que el recuerdo permanecería presente en el corazón del que se queda, como un reloj que detiene sus horas y navega en el recuerdo del que ya no está. Pero seguramente quisiéramos poder regresar con la ausencia de recuerdos necesaria para seguir adelante. Nosotros, y los que se quedan. Detener el tiempo es, en cierta forma, morir como el ausente. Hay memorias que no se deshonran por haber logrado seguir andando... sino que precisamente se honran al intentar vivir al pleno, llevando el corazón cargado de recuerdos.

DIRECTOR: Emile Ardolino
AÑO: 1989

sábado, 2 de enero de 2010

GORDOS

A priori la idea puede ser atrayente. Acostumbrados como estamos a vivir en un mundo de extremos, en el que uno puede pasar de la carencia al exceso sin apenas pestañear, que le hablen de forma cómica del sobrepeso se aparece como una posibilidad real de humor negro.

No obstante, a pesar de la originalidad de la trama, uno pronto se ve engullido por la poca credibilidad de intérpretes. Entre quilos que van y vienen, rostros que crecen y decrecen a la velocidad del rayo, obsesiones, fobias, hambres no saciadas cubiertas con bollerías industriales y helados sin restricción uno se pregunta al final si de verdad hay moraleja. O es un canto al "quédese usted como está, que para el caso va a ser lo mismo".

Sí es verdad que podría haber invitado a la reflexión. Aunque en parte siento que todas las cavilaciones tenían fecha previa, al menos en mi caso. Sí. Gorduras que expresan carencias, formas de saciar la ansiedad interna, un vacío interior que se manifiesta en nosotros con miles de excesos: comida, tecnologías, emociones intensas, viajes transatlánticos... o carencias extremas, para llevar el cuerpo (¿el alma?) anestesiada a un puerto en el que note algo, reaccione, sienta, quiera, viva.

La sensación es que, al final, uno se queda con el sinsabor de lo que hubiera podido ser en otras manos.

DIRECTOR: Daniel Sánchez Arévalo
AÑO: 2009