domingo, 24 de agosto de 2008

EL CABALLERO OSCURO (The Dark Knight)

Acudí a la cita con la ilusión de haber visto recientemente el nacimiento del mito, del hombre murciélago obsesionado con el altruismo y la salvación de la humanidad. El héroe que colma la imaginación no sólo de los más pequeños, sino inagotable a través de las décadas e independiente de la condición personal. Incluso los más formales guardan parte del niño ilusionado en un rincón de su ser.

Así, a sabiendas de que las secuelas siempre tienen un tinte de regusto áspero y que las comparaciones son odiosas; pero movida por la curiosidad de descubrir seguramente a uno de los personajes más carismáticos al que casi siempre se asocia Batman, y al cuál ya se introduce a modo de carta de baraja al final de la cinta precedente: el Joker.

Sin dudas es por el rictus nervioso y la risa sardónica, por el porte enfermizo y el andar inquieto, por la ironía del rostro, la frialdad de las respuestas, la ausencia de escrúpulos, la mezcla de mirada fría y penetrante que desnuda sin tocarte, la sensación angustiosa que transmite cada gesto aparentemente carente de toda motivación y sentido... se convierte en el carácter que da sentido a la trama, más allá de cualquier moralina subliminal sobre la bondad o maldad del ser humano, o de la crítica disimulada a un sistema político poco imparcial. Efectos especiales, acción, pasión, fuego y metralla, un bueno, un malo, y un líder cuya aparentemente incorruptible alma se verá lanzada a la mayor de las vicisitudes al encontrarse a solas con el dolor más intenso, con la pérdida de todo sentido del vivir.

Todos los ingredientes más un gran reparto, mezcla asegurada para gustos no demasiado puntillosos.

DIRECTOR: Cristopher Nolan
AÑO: 2008

viernes, 22 de agosto de 2008

TODA LA VERDAD (High Crimes)

No es la primera ocasión en la que se plantea en una película la profundidad del conocimiento de aquellos que nos rodean. Más allá de experiencias morbosas, la realidad aproxima al dicho por el cuál todos poseemos una parte oculta que no mostramos a nadie más que a nosotros mismos. Como la luna.

Tampoco es original en cuanto a la propuesta del tema, descartando la inteligencia como un mérito gracias al cuál uno se encuentra indemne y protegido ante el engaño ajeno. Una abogada de éxito reconocido y una vida aparentemente feliz y exenta de todo riesgo y monotonía, el goce en plenitud ante la perplejidad de las rutinas ajenas repletas de luces y sombras.

Y menos aún supone una novedad la causa del engaño, basándose en la ceguera aparente que se le supone al amor, la confianza plena, la ausencia de malicia ante los gestos ajenos.

Cinta pasable que no pasará a los anales del cine, papeles sobrios con un tinte de moralina cuando a pesar de las evidencias uno trata de permanecer indiferente al engaño, como si fuera con otro para poder renacer de nuevo en la capacidad de creer en otras manos.

Y es que al final, no debes creer todo lo que te cuentan.

DIRECTOR: Carl Franklin
AÑO: 2002

V DE VENDETTA (V for Vendetta)

El ideal novelesco de héroe medieval sigue persistiendo incluso cuando las historias se desdibujan con un trazo de irrealidad y ciencia ficción que les hace tambalearse entre lo tangible y lo onírico.

La imagen de ser una parte indistinguible de un todo es algo que lleva obsesionando al hombre desde que es hombre. En un afán de tranquilidad, nos asimilamos a la corriente como forma de supervivencia, algo más parecido a un instinto natural que a lo que tradicionalmente se da a entender como un defecto. Si nuestro cerebro fuera capaz de analizar cada uno de los estímulos y pensamientos que recibe, probablemente moriríamos de locura, sin posibilidad de descanso.

A menudo nos tildamos de insustanciales, de seres carentes de empatía suficiente, o de consciencia de la realidad que nos rodea. Y no obstante, tampoco somos conscientes de la superficialidad del comentario, cuando sobrevivir significa adaptarse al medio.

Como siempre, en toda cara existe por defecto una cruz. Y tras la necesidad de cierta calma aparece la apatía, la falta de inquietud o curiosidad por otros mundos, por otras realidades que acontecen paralelamente a nuestra vida de rutinas. Nos dejamos llevar, cómodamente, por la sucesión de días sin plantearnos, en la mayoría de ocasiones, las razones por las que procedemos de tal o cuál forma.

Quizás V sólo sea una representación de ese ser dormido que cada uno de nosotros lleva dentro, algunos más protegido que otros. Ese ser que se niega a creer comentarios a ciegas, que se pregunta el motivo de determinados acontecimientos, que es consecuente con las propias ideas, y consciente de que el mundo esconde algo más que lo que nos muestran en los noticiarios o leemos en los periódicos. Un ser sin forma ni rostro, moldeado cuál jinete medieval, idealista y utópico hasta las últimas consecuencias, un ser fruto de la rabia y el ansia de poder que sólo llevan al movimiento, la revuelta, al hervir de la sangre dormida.

Sin dudas, resurge la curiosidad por la historia original, el dibujo, la esencia misma del hombre venganza

DIRECTOR: James McTeique
AÑO: 2005

miércoles, 20 de agosto de 2008

BATMAN BEGINS

Tiempo sin pisar las salas de cine y ahora la inquietud apremia. Se convierte en una obligación intelectual el ponerse al día con el objetivo de entender historias presentes, echando la vista atrás a los origenes de todo, de la leyenda, del mito.

Lo más parecido a un superhéroe en mi infancia fueron las luchas encarnizadas de Carpanta para comerse algo más que la suela de su propio zapato. Es por ello que ahora la novedad es una realidad cuando me adentro en el mundo de la adaptación de los cómic de siempre. Y al contrario que en otras ocasiones, en las que preferiré poder leerme la historia original antes de ver su adaptación al cine, en este caso sucede al contrario, y el ver la transformación de la viñeta en cliché, me entra el deseo voraz de la lectura, de buscar el dibujo y la historia originales y disfrutar un poco de esa ilusión momentánea del que se evade con las proezas de los héroes de tinta china.

Cartel de elenco, sobria puesta en escena y sin excesos, saltos en el tiempo nada artificiosos y, como casi siempre en estos casos, descremada nostalgia del pasado desdibujada en el presente, y una carta abierta a la lucha contra la perversidad, que nunca muere.

DIRECTOR: Christopher Nolan
AÑO: 2005

WALL-E

En los últimos tiempos, la animación ha dejado de ser un género de predominio infantil para dirigirse a un público ámplio que abarca edades dispares.

Y puede que en ese intento de uniformarse, este género haya ido perdiendo el matiz de humor negro que caracterizaba alguna de las primeras cintas, y añadiendo un tono descremado seudoromántico que la convierte en más accesible a la mente dicotómica que aún anda pendiente de explorar y descubrir el mundo.

En un futuro virtual imaginado en el que la Tierra no es más que un lugar anclado en el recuerdo aparece, procediente del rincón más insospechado, un atisbo de esperanza en forma de metal, curiosidad y sueños. Camuflada crítica a la apatía a la que poco a poco nos vamos sometiendo, viajando de la mano de un mundo que cada día se acerca más al distanciamiento de lo real para cobijarse en la aséptica virtualidad donde uno puede moldear el presente a su conveniencia.

DIRECTOR: Andrew Stanton
AÑO: 2008

jueves, 14 de agosto de 2008

HORAS DESESPERADAS (The Desperate Hours)

A menudo encasillamos a los actores con un tipo determinado de personaje: el pérfido villano, el sanguinario pistolero, el asesino compulsivo, el granuja gracioso, el cómico tontorrón, la mujer florero, la despampanante heroína, el perfecto príncipe azul o el sensible intelectual donjuanero.

No obstante, hay pequeñas piezas que nos recuerdan que el actor no es más que un reflejo de aquello que representa. Y descubrir a un Bogart con malicia sorprende en la medida en que uno se encierra en su propio juicio, y no obstante va adquiriendo consistencia y credibilidad cuando, desprovistos de esa tela de opinión previa siempre presente, nos dejamos llevar por la escena, la trama, la acción y el momento más allá de una predisposición innata a pensar que algo no encaja en lo establecido.

Tres personalidades y un mismo fin. Huir del reclutamiento, de las ventanas con rejas y el sol como utopía. Puede que siempre podamos establecer en un trío al bueno, el feo y el malo, aunque quizás en este caso sería mejor etiquetarlos como el bobo, el terco y el cauto. Impulsividad, impaciencia y codicia extremas se intercalan en un teatral secuestro en el que la puerta abierta no es más que el reflejo de la incapacidad del hombre de encontrar la mejor salida cuando se encuentra con la espada de Damocles sobre los hombros.

Ni la historia ni el final descremado pueden sorprendernos; no obstante, la perversidad del gesto y la angustia del encierro le aportan de un halo tragedia que la vuelve recomendable

DIRECTOR: William Wyler
AÑO: 1955

martes, 5 de agosto de 2008

LUNA DE AVELLANEDA

En ocasiones la nostalgia de aquello que fue llena de significado los actos presentes, a pesar de que la razón apunte a la caducidad de los valores que impulsaron en un determinado momento una gesta, la creación de un centro que albergaba los sueños de un futuro mejor o, como diría el poeta, la posibilidad de una isla.

Para huir de lo cotidiano a menudo es necesario crearse un espacio alternativo, una zona imprecisa donde uno deja de representarse a sí mismo para mostrarse un poco más libre de ataduras y convencionalismos. Cuando echando un vistazo al propio ombligo uno se asombra de ver su reflejo, la necesidad de sentir las propias manos capaces de crear algo nuevo, provechoso, altruista y un tanto utópico se torna un imperativo rotundo sin posibilidad de espera. Es entonces cuando el hombre se sube al tren de la utopía y enarbola banderas de utopía con afán de salvarse disfrazando el presente de colores y esperazanzas.

E igual que la luna con sus mil caras, el hombre es una marisma de contradicciones que quizás le conviertan en algo más atractivo y humano. La voluntad de aportar a los jóvenes una alternativa al ocio se mezcla con la necesidad de mantener a flote un local que no puede sobrevivir a base del aire y las buenas intenciones; y de la carencia nace la dicotomía de lo que nos gustaría que fuera la vida y lo que en realidad es. La brisa es sólo un rumor inerte, el suelo necesita semillas y a veces hay que plantearse la renuncia de los ideales para lograr un fin menos elevado que el original. La retirada a veces no supone una derrota cuando, con el riesgo de perderlo todo, se apuesta por conservar parte del presente con la ilusión de renacer de las cenizas.

Amor y desamor, pasado y presente, risas y llantos, esperanzas y decepciones que se muestran como parte de la riqueza que supone seguir en el camino; no hay rosa sin espinas

DIRECTOR: Juan José Campanella
AÑO: 2004

sábado, 2 de agosto de 2008

UNO DE LOS NUESTROS (Goodfellas)

Cuando de pequeño alguien te pregunta sobre tus inquietudes al crecer espera casi siempre una respuesta tan inocente como inverosímil: astronauta, bombero, actor de escenas de riesgo, funambulista, cantante o pintor. Todas aquellas profesiones que, envueltas de un halo de misterio y seducción, quedan en el límite de lo socialmente correcto (o quizás mejor dicho, habitual).

No recuerdo a nadie replicando su necesidad de ser asesino a sueldo, ladrón de bancos, secuestrador de ancianitas o traficante de armas. No obstante, tras la cuestión se esconde el verdadero propósito del interrogatorio: el descubrirse en la vida como un ser convencional o un amante de la aventura, de la incertidumbre y el riesgo, un evasor constante de la monotonía de la vida adulta previamente conformada.

Ser gángster significa vivir al margen de la ley, ser dueño de los propios actos y poder actuar a las anchas en una atmosfera de reconocimiento teñido por el miedo y el respeto ajenos. Significa someterse a las reglas no escritas de fidelidad a una familia, de no cuestionarse el modus vivendi ni los objetivos marcados, de ser uno mismo bajo el tamiz de las necesidades del capo. Dinero, poder, adrenalina y pasiones que se mezclan con los manjares, el sexo, el alcohol y la droga en una vida rozando siempre el límite del abismo.

Tras toda esa aparente espontaneidad, unas reglas no escritas, de respeto, de grados de pertenencia que más tienen que ver con el origen de uno que con la lealtad que demuestre a la causa. Y del mismo modo que la familia se convierte en el mejor de los escudos cuando uno de los suyos se encuentra ante un apuro, puede también transformarse en el peor de sus enemigos si la tradición se ve traicionada, sin indulgencias.

Mas si en esa existencia de lujo y opulencia de repente uno se encuentra en una encrucijada, con la muerte pisando los talones en forma de deslealtad, es entonces cuando toda la estructura que construye el propio ego se ve desmoronada. Cuando aquellos que antaño tendían una mano para ayudarte a salir del hoyo ahora empiezan a cavar tu tumba, es entonces cuando uno pone en duda el significado de la fidelidad sin condiciones a una causa, de la amistad a ciegas, de la incuestionabilidad de unos actos. Y mira su ombligo, o quizás también de rebote el ombligo de su familia, y decide preferir la vida mundana a una muerte previamente anunciada.

Y es que en el anonimato de la rutina siempre nos queda el recuerdo, el sueño... la vida.

DIRECTOR: Martin Scorsese
AÑO: 1990