lunes, 21 de julio de 2008

BOILING POINT (3-4 x Jugatsu)

Yakuza; dicen que la palabra surgió de la unión de ocho (ya), nueve (ku) y tres (za). En el siglo XIX, los bakuto, un grupo de delincuentes dedicados a organizar apuestas y juegos ilegales, acostumbraban a jugar a un juego de cartas (hanafuda) cuya peor mano consistía en la combinación de dichos tres números. Con esas cartas, la victoria no dependía del azar, sino de la astucia y habilidades de aquél que las tuviera entre sus manos.

La palabra terminó usándose como credencial de las bandas criminales japonesas, llegando a simbolizar actualmente a la mafia organizada en Japón. Con la herencia de la estructura samurai y sus códigos internos, los yakuza se organizan en clanes cuyos cimientos se basan en la fidelidad incondicional y la sumisión absoluta. La desobediencia o polémica sobre el código de honor se castiga con métodos brutales como la amputación del dedo meñique. Incluso hoy en día sirve para reconocer a yakuzas traidores o retirados.

Kitano logra adentrarse de nuevo en una atmosfera extravagante e insólita mezclando la seriedad con el sarcasmo. La brutalidad de su retrato del crimen organizado se dinamita con la irónica desproporción de los actos que refleja. Personificado el héroe de la historia en un joven perdedor que se refugia en una monotonía de trabajo en una gasolinera y juego en un equipo local de beisbol, Takeshi nos impulsa a debatirnos entre lo onírico y lo real desde la visión de los acontecimientos que personifica en el protagonista. Dueño de una calma insólita, transmitiendo siempre un semblante pasmado, se convertirá en el líder de la venganza por el honor ultrajado, llegando a emular el desenlace más heroico en una exaltación de fuego y llamaradas que contrasta con la oscuridad protectora que al comienzo nos lo presentaba.

DIRECTOR: Takeshi Kitano
AÑO: 1990

domingo, 20 de julio de 2008

ALEKSANDRA (Alexandra)

Guerra, Chechenia, una base de soldados rusos y una abuela melancólica que decide huir de la soledad de sus días apacibles lejos de la realidad del conflicto y visitar a su nieto, un oficial ruso que lleva años destinado a ese enclave estratégico.

Miradas que expresan vacío, hastío, incomprensión y cansancio. Nada sucede en el transcurrir de los días, no seremos testigos de la crueldad de los disparos, ni de los cadáveres bordeando el camino, ni de las municiones gastadas, de los hombres heridos. Sólo del lento devenir de las jornadas, del ánimo de los soldados que nada esperan y cuyos pensamientos deambulan sin rumbo como los pasos de la anciana cuya única esperanza es sobrevivir en un mundo que no distingue opresores de oprimidos más que por el color de su uniforme.

Ni acción, ni diálogos que perduraran en el recuerdo, ni bellas imágenes para la postrera retina, ni actuaciones memorables o escenas míticas. Lentitud forzada, demasiado artificiosa para mantener el interés de un guión que quizás pretendía mediante una pincelada intimista dotar de singularidad a la historia, y que no obstante peca de sosiego en su ritmo de relojes buscados en la oscuridad de la gran pantalla.

DIRECTOR: Alexandr Sokurov
AÑO: 2007

domingo, 13 de julio de 2008

HEAT

Duelo de titanes y acciones... a veces sumergirse en una trama ajena ayuda a arrinconar momentáneamente la propia, inmerso en la velocidad del guión que sólo se detiene con el afán de recordarnos que en ocasiones es recomendable tomarse un respiro, saborear la vida a ritmo apacible.

En ocasiones vivir al límite otorga el significado propio de lo humano. Lejos de la adrenalina, el hombre busca rutinas que le aseguren un espacio donde la invulnerabilidad sea la regla, aunque ello signifique nadar en la trivialidad del hábito. La cara oculta que se maquilla tratando de asemejarse al resto cuando la sangre pide riesgo, peligro, hazañas.

Ser capaz, como diría el poeta, de vivir libre sin ataduras. "No admitas nada en tu vida que no puedas dejar en 30 segundos si la pasma te pisa los talones", y es que cuando uno no es capaz de verse a sí mismo de otra forma no hay vínculos, patrias, amigos, moradas ni amantes que determinen el devenir del siguiente paso. No hay lugar donde cobijarse, ni destino fijo. No existe el sueño del hombre que debería ser a ojos ajenos, y es que uno es del color de sus manos, y no del matiz que se dibuja en mentes ajenas.

Tal vez el final sea lo de menos cuando uno es únicamente aquello que persigue. No hay renuncias cuando uno necesita de la angustia para mantenerse alerta. No hay mentiras cuando se sostiene que uno no va a volver, cuando no existe billete de regreso y el destino es incierto, sea la vida o la muerte...

DIRECTOR: Michael Mann
AÑO: 1995

domingo, 6 de julio de 2008

LA ROSA PÚRPURA DEL CAIRO (The purple rose of Cairo)

A menudo se entiende el cine como una forma de evadirse de la realidad monótona e impasible de los días, de la uniformidad que le exigimos a nuestra existencia para poder respirar tranquilos sabiendo que el próximo paso es casi certero, firme e inequívoco.

Hay homenajes escondidos entre escenas de muchas películas, otras que se erigieron como veneraciones al mundo del celuloide de inicio a fin...aquí la ficción supera la realidad y ambos mundos se unen para salvar mútuamente las carencias del otro. La ficción que ansía formar parte de la realidad que representa, el mundo concreto y tangible que anhela una pizca de magia y pasión en mitad de la lucha por la supervivencia.

¿Quién no se ha imaginado a sí mismo en alguna ocasión, interpretando a un personaje de una película? Viviendo mil aventuras sin mayor riesgo que el asumido por la imaginación, dotado de una fuerza y resistencia inigualables, o de un poder de seducción irresistible al entorno, o sumido en la aventura en mitad de la selva, saltando de un avión en vuelo, rodeado de indígenas en mitad del amazonas... luego quedan imágenes para el recuerdo, de momentos que por uno u otro motivo retenemos en la retina y evocamos en los momentos más insospechados, monedas al aire o piruetas con una sonrisa creyendo en el futuro.

Siempre nos quedará el cine...

DIRECTOR: Woody Allen
AÑO: 1985