viernes, 8 de mayo de 2009

PATTON

Filmar una biografía sin caer en la exageración o la idolatría no es sencillo. Uno puede pecar de vanidoso o intentar mostrar virtudes sin incurrir en los defectos. O por contra, mostrar las carencias de forma que sólo se recuerde al hombre por sus tropiezos.

Intentar un equilibrio resulta, a priori, encomiable. Y más cuando se trata de mostrar al mundo una leyenda, uno de los hombres que dirigieron la cruzada contra el nazismo.

Tragicomedia en dos tiempos... Y es que intentar resumir 5 años de luchas y batallas, mostrar el salto entre continentes y la motivación de un hombre que luchó más por sí mismo que por una causa es harto complicado. Y más cuando se trata de desmontar al mito del pedestal en el que ha sido erguido sin caer en el excesivo juicio, sino caricaturizando a un peón de reinas que quiso ser alfil. Pero olvidó que a veces un silencio puede ser una inversión de futuro.

Y seguramente cada película tiene un momento... y esta ha llegado en el preciso instante en el que la memoria lectora tiene presentes lugares y fechas, personajes y batallas, y puede comprender saltos que quizás otrora pasarían sin dejar huella. Un duelo de titanes con Monty, un ansia de diligencia y valor fuera de lo común incluso cuando es relegado a un tercer plano. Quizás pecará de excesivo metraje, pero no se le puede negar la osadía de honrar a un hombre que fue fiel a sí mismo hasta el final de sus días.

DIRECTOR: Franklin J. Schaffner
AÑO: 1970

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