jueves, 30 de octubre de 2008

LA FIERA DE MI NIÑA (Bringing up Baby)

Si hay algo que resiste al paso del tiempo, es la risa. Humor que trasciende a las modas, la elegancia del gesto y la espontaneidad en la carcajada que se contagia con cada guiño de ese espléndido dúo ante las cámaras.

Debilidades personales, cuando pensar en galantería hace que se evoquen rápidamente nombres...y Grant sin duda es uno de ellos. Sobriedad en el andar y el gesto, elegancia de un porte que se presenta natural sin excesos, como si el escenario fuera su habitual atmosfera y no un marco donde interpretar a un personaje ficticio.

Ingenio astuto y veloz, coordinado gracias a la magnífica armonía de esta pareja en escena que aligera la trama sin dar opción al aburrimiento. Un soplo de aire fresco que aparece de repente en la vida de un hombre volcado en su trabajo y en un vivir sin sobresaltos.

Pese a que todo parece conjurarse en su contra, y los planes iniciales se desencajan, la posibilidad de vivir sin un objetivo fijo según el anhelo que dicte el momento le abre la puerta a tomar la vida con la sonrisa del que es consciente del azar de cada instante. Ser protagonista de un robo fingido, o cazador circunstancial de leopardos, o amigo angustiado por los azares de expediciones a lo largo del globo será, en un final apoteósico, el pilar que determina esa jornada aparentemente desastrosa como la más intensa de su vida.

Porque a menudo la felicidad reside en las pequeñas cosas que aparecen sin mayor aviso.

DIRECTOR: Howard Hawks
AÑO: 1938

miércoles, 29 de octubre de 2008

EL IDIOTA (Hakuchi)

Ser corto de entendimiento, aunque a menudo se utilice como voz de desprecio y no tratando de denostar la deficiencia lo irracional y absurdo en las actitud de alguien.

Pero en este caso, la extrema bondad y humildad de un hombre se transforman en un sarcástico retrato sobre la condición humana, muy distante al altruismo que trata de abanderar, incómoda ante las acciones carentes de engaño de aquél que vió y sintió la muerte en sus propias manos.

Como sombras de un ente complejo, los distintos personajes podrían bien encarnar las diferentes esencias de nuestro propio ego. No hay hombre inmaculado más que en los sueños, ni mujer virtuosa por naturaleza. En todos hay, en mayor o menor grado, parte de cada uno de esos valores extremo.

Kameda encarna perfecto samaritano, personaje que ha mirado a la muerte frente a frente y puede otear al mundo sin máscaras, capaz de descubrir el verdadero sentir de las personas más allá de su aparente tesón externo. Quizás por ello la exagerada pureza de sus palabras y gestos le infunden un aspecto alelado, abstraído de un mundo real que dista mucho de ser inocente y honesto, y que no comprende a quien se guía sólo por lo que dicta la propia consciencia.

Akama arde en su propia hoguera, de vanidades enloquecidas y deseos no cumplidos. Ansias de evidenciar un poder que puede comprarse, aunque con el paso del tiempo haya dejado de creer en aquello que movió un día su corazón. Supone el empeño en no dejar ningún deseo a medias por más que caduque la necesidad de él, como forma de gritarse a sí mismo y al público la obstinación y esfuerzo usados para lograr alcanzar la meta. A cualquier precio.

Taeko es la mujer vencida, perdida de sí misma por la codicia y el afán de una vida poblada de futiles ornamentos cuando en realidad lo esencial se iba escapando entre sus dedos. Abandonada a su suerte, ofrecida en puja como si de una subasta se tratara, se venderá también a sí misma en un último suspiro tratando de zafarse de su destino, cuando observa que tras el gesto sucio de las manos ajenas hay una voz que comprende, que intuye un corazón herido incapaz de luchar por sí mismo. Y quizás por ello, tratando de no contaminar ese sentir primario, se aleja de él luchando contra sí misma. Contra el imán que la atrae a un existir más cálido, al sueño eterno.

Ayako supone la mujer terrenal, conocedora de todas las cartas de su propio entendimiento. Corazón y egocentrismo, bondad y codicia, belleza y desaliño, ternura y soberbia... rompecabezas extremo de lo que ciertamente encarnamos, seres primarios y no obstante reflexivos, con la capacidad de emocionarnos y odiar en un mismo acto.

"Es muy fácil vivir haciendo el tonto. De haberlo sabido antes me habría declarado idiota desde mi juventud, y puede que a estas fechas hasta fuera más inteligente. Pero quise tener ingenio demasiado pronto, y heme aquí ahora hecho un imbécil."


DIRECTOR: Akira Kurosawa
AÑO: 1951

lunes, 27 de octubre de 2008

UN DIA EN LAS CARRERAS (A day at the races)

Hay humor que logra franquear la barrera del tiempo y se muestra imperecedero con el paso de los años, la coloración de los clichés y el paso a la acción como parte primordial de los guiones cinéfilos.

De vez en cuando hay que regalarse una dosis de ironía y talento espontáneos en blanco y negro, con la mordacidad de una crítica encubierta constante en cada frase lanzada como por azar en los diálogos incesantes que caracterizan las películas de estos hermanos de la gran pantalla.

Pasa a segundo plano el argumento, aunque no menos significativo, la desdibujada demostración de una realidad del momento en el que el dinero y el poder podían significar la consecución de un proyecto necesario para satisfacer las demandas de una sociedad. Demoliendo las bases de una sanidad que se lucra de falsos terapeutas, de personas faltas de compañía que se fingen enfermos, de empresarios que tratan de adjudicarse negocios en pos de una aspiración más noble.

Habría que disfrazarse de Harpo con su arpa, o deleitar con manos como las de Chico, que se deslizan sobre el piano mientras trata de evadirse de un sistema policial algo torpe, o dotar de corrosivo veneno a las palabras y reirse ante lo cotidiano, la crisis, la lluvia o el infierno. A lo Marx, que no hay mal que por bien no venga.


"I haven't seen so much mudslinging since the last election!"

DIRECTOR: Sam Wood
AÑO: 1937

domingo, 26 de octubre de 2008

QUEMAR DESPUÉS DE LEER (Burn After Reading)

Acostumbrada a unos meses de silencio cinéfilo actual, y a tumbarme tranquilamente frente a la pantalla doméstica con posibilidad de escoger idiomas y subtítulos, me resulta chocante escuchar de nuevo los doblajes y voces que se traducen al castellano. Algo me falta, quizás sea la entonación, la pasión real en la voz que acompaña al acto, la sintonía con la expresión a la que ahora mi mente ya se ha -fatalmente, por lo que veo- habituado.

Pero hay que manejarse con las piezas que tenemos al alcance, y a falta de grandes salas y de un público que busque lo original más allá de las dificultades idiomáticas, nos tendremos que conformar con las voces que a menudo nos confunden pensando en qué lugar habremos escuchado la misma expresión, o con qué otro rostro la hemos asociado.

Sello indicutible del humor -este sí- irónico y sutil sobre una sociedad cuyas acciones a menudo rebasan toda lógica. En una actualidad que desprende por todos los poros la sensación de ser engañados o manipulados por agencias secretas o cámaras ocultas, los hermanos nos proporcionan de nuevo un material a través del cuál reirnos de nosotros mismos y de nuestro deambular paranoico por la vida.

Toda convicción reside en una base que presupone la posibilidad de desviarse del camino marcado. La infidelidad se percibe bajo otro prisma si es uno quién la realiza, y bajo otro cuando se es receptor de la misma. No es igual la sospecha de ser víctima de un engaño que la constatación práctica de ser engañado. No es lo mismo el deseo que la culminación del mismo. No entraña las mismas consecuencias el imaginarse agente de una corporación secreta que tratar de formar parte de la misma.

Personajes tan simples y carentes de complejidades como los que podemos cruzarnos en el rellano de la escalera. Quien masca chicle, quien ealiza ejercicios matinales aeróbicos para matar el tiempo tras una jubilación forzosa, quien busca un compañero entre las páginas de contactos sabiendo que la facilidad del primer paso estará dada, quien se refugia en el placer momentáneo y fácil del sexo para evitar pensar en una realidad que quizás sea más agradable que el éxtasis incorpóreo tan fugaz como intenso.

Personajes cuyas vidas se cruzan sin saberlo, y es que la casualidad se viste de rutina y lo más frecuente es que sigamos andando sin percatarnos de ella.

DIRECTOR: Ethan Coen, Joel Coen
AÑO:2008

sábado, 25 de octubre de 2008

TROPIC THUNDER, UNA GUERRA MUY PERRA (Tropic Thunder)

Sin lugar a dudas, cine lo hay para todos los gustos. No prejuzgo a una película por su género, y en realidad lo ignoraba todo acerca de este film, como quien anda a ciegas en mitad de una gran sala a oscuras sin saber a qué puerta dirigirse. Pero luego resulta inevitable formularse un -si es que ya te lo podías suponer!- pseudoapocalíptico al salir cabizbaja de la sala.

Y es que no soy precisamente una amante del cine parodia. Bien, sí, puedo estar de acuerdo que aporta cierta dosis de humor en estos días de agonía generalizada por la parálisis económica mundial, el derrumbe de la bolsa, el aumento del paro, la subida de los precios y la hipoteca que no se puede pagar. Es cierto. Pero me falta el ingenio sutil y agudo más que la carcajada fácil llevada al extremo de lo absurdo, con varios "no siento las piernas" o frases míticas sacadas de contexto y colocadas como estandartes en el núcleo de un guión a voluntad disparatado.

En resumen. Que me sirve para pasar el rato, es decir, ocupar el tiempo y distraer la mente; pero a pesar de la plantilla, de los momentos de ingenio y de las sutiles alusiones a otras escenas de guerra, este trueno tropical pasará con facilidad a un rincón semioculto de mi memoria cinéfila.

DIRECTOR: Ben Stiller
AÑO: 2008

domingo, 19 de octubre de 2008

ESCONDIDO (Caché)

Dicen del cine europeo, o del que se aleja de las superproducciones holiwoodienses, que se caracteriza por ser más intimista, por tratar de temas sociales o de críticas a un determinado suceso que a veces pasa desapercibido.

Solemos pensar de antemano que por tratarse de un cine más cercano al sentimentalismo en consecuencia nos parecerá más hermoso, más justificable la narración si tomamos algo de distancia del séptimo arte entendido como mero entretenimiento.

No obstante, a veces por mostrar lo personal se pasa al extremo opuestro, mostrando una crónica insulsa en tiempo excesivo y sin un trasfondo que nos aporte una puerta abierta a la controversia, o a la indagación en los pozos de la propia conciencia.

Nuestra historia personal se compone de momentos que, aisladamente, podemos analizar desde muchas perspectivas. Todas la acciones conllevan consecuencias, incluso las que creímos más ingenuas. Como el que cita el batir de las alas de la mariposa que ocasiona un terremoto en las antípodas del planeta. Hay comentarios lanzados al aire sin mayor intención que la ironía que pueden ser recibidos como un sable directo al corazón y a la entereza, caricias que pueden entenderse como guantazos, poemas que suponen injurias.

Y la infancia. Aquél periodo que reviste luego de capital importancia en lo que somos, y que de un modo u otro constantemente aparece como referencia en este periodo de retorno a lo primario que vivimos. Juegos de recuerdos escondidos que tienen su huella en el futuro que viviremos, de caminos que se cruzan y creíamos olvidados y de repente reaparecen sin previo aviso sobre nuestras vidas.

Bonitas reflexiones a pesar de lo cansino de la puesta en escena, de la excesiva lentitud de la trama, de la ausencia de ansiedad por conocer la consecucion del argumento...

DIRECTOR: Miachael Haneke
AÑO: 2005

domingo, 12 de octubre de 2008

CORTINA RASGADA (Torn Curtain)

La costumbre a veces es mala compañera, y otras veces nos regala con sorprendentes reacciones, nos va desgranando lentamente e instaurando en nosotros nuevas sensaciones con géneros no tanto desconocidos, sino más bien inesperados.

Hay suspense y tensión, pero no basada en la generación de pavor y angustia, sino más bien fundamentada en una trama pseudodetectivesca entremezclada con una árida crítica social a la ciencia, la política internacional y la moral personal cuyo fin justifica los medios.

Y yo, sin saberlo, que me regalo de nuevo con esos ojos azules que se debaten entre el frío y el mar por lograr un objetivo que parece más un reto personal que un afán por conseguir beneficios a larga escala. Pués en ocasiones la satisfacción de un logro puede ser una motivación mayor que justificar una acción por el bien general posible.

DIRECTOR: Alfred Hitchcock
AÑO: 1966

A LOS QUE AMAN

Cuadrilátero de relaciones marcadas por la pasión y el reflejo del amor tan ideal como fantaseado que pervive a través de los siglos, de la experiencia y de las vivencias personales. Como si la pureza de lo que se percibe por primera vez, marcado por la inocencia de un gesto carente de malicia, tuviera que persistir inmutable con los años, puro como si se tratara del sentir original, inmaculado en su esencia.

Y más allá de toda esta sensiblería, la realidad apabullante del afecto, representado por la vida en pareja en la que trasciende la monotonía y la rutina, que sólo se ve acallada por la aparición de la pasión en forma de manos ajenas, de antiguas adoraciones, de sueños en los que la realidad se mezcla con la imagen de lo que hubiera podido suceder si en lugar de un camino se hubiera tomado el otro, si en lugar de un amor sublime se hubiera escogido el más cercano, el palpable, el terrenal, el que pudiera suscitar pequeñas alegrías en pos de una irreal felicidad constante.

Nadie dijo que rozar el infintito en la palma de la mano fuera un camino de rosas.

DIRECTOR: Isabel Coixet
AÑO: 1998

sábado, 11 de octubre de 2008

MARNIE LA LADRONA (Marnie)

Hay películas que suponen una saeta directa al corazón, al recuerdo de lo que hizimos la primera vez que tuvimos ocasión de verlas. Contemplarlas de nuevo supone una vuelta al ser que fuimos en ese momento, a los ojos que nos acompañaron, a la bella nostalgia del momento vivido que permanece como parte de nuestra historia.

Esta fue en Madrid, en aquel verano en el que justo empezamos a lanzar la moneda al aire. Una huída hacia adelante, un viento que vino del norte y la puerta abierta de un hermano que nos dejó sonrisas, recuerdos y alguna que otra borrachera. Y la ventana, que dejaba al alcance de la mano tantas azoteas de la ciudad que en cierta forma también nos vió nacer.

Y con ella, Marnie, la mujer vencida por su propia historia. Y es que somos lo que hemos vivido, desde el origen de nuestros días, impregnándose en nosotros la huella de lo que ven nuestros ojos vacíos de toda maldad. Miedos que se transmiten al ser que vamos formando, que se exhiben luego en el hacer de cada día y que no son más que espejos de lo que vimos en aquellos que forjaron nuestro carácter. Buenos o malos a veces, aunque nada justifique la acción, existe, en el fondo de todo suceso, un motivo silente en ocasiones indomesticable, espontáneo como el que rie o llora.

Más no siempre hay un pájaro dispuesto a batir las alas con la fe en descubrir, bajo tanta deshonradez, un corazón falto de cobijo.

DIRECTOR:Alfred Hitchcock
AÑO: 1864

BARRY LYNDON

" Buenos o malos, hermosos o feos, ricos o pobres, todos son ahora iguales"

Honor y amor cortés en dos actos. No se le puede negar la ambición de la obra, la ambientación cuidada hasta el último detalle, una escenografía brillante, el juego de luces y sombras acorde con el carácter del personaje, la teatralidad de cada uno de los gestos, el andar pausado y casi realista en tiempo de los sucesos...

Como al compás de una sinfonía compuesta con esmero, una voz en off sin sentimiento nos narra la vida y desventuras de un joven que nació del mismo modo que murió: pobre y solo. Tras una infancia y juventud poblada de buenos deseos y sueños de vidas hermosas vividas con decoro y pasión, la madurez y realidad del día a día le llevaran a convertirse en un hombre capaz de todo para lograr un objetivo, ajeno al sentimiento más allá del propio, dispuesto a todo por la codicia y la sed de poder. Tras tener en la palma de sus manos la fortuna, jugó a los dados y la suerte cayó del otro lado, despojándole de todas sus pasiones, incluso de las menos materiales, de su propio hijo.

Si bien podría tratarse de otra hermosa historia narrada en dos tiempos, la extrema tranquilidad con la que se narran los hechos la hace en excesivos momentos insulsa y pomposa hasta el extremo. Demasiado extensa, demasiado pausada, demasiado fastuosa... demasiado.

DIRECTOR: Stanley Kubrick
AÑO: 1975

jueves, 9 de octubre de 2008

PSICOSIS (Psycho)

No hay nada como ponerse en situación, correr las cortinas de esta estancia, apagar todas las luces y tumbarse con los pies descalzos sobre el sofá. Una buena taza de chocolate caliente y toda la noche por delante para sumergirse de nuevo en el suspense, la intriga, la genialidad de una historia sencilla en manos de un mago de luces y sombras.

Nunca nos dejamos sorprender tanto como cuando vemos una película por primera vez. A menudo sucede que, con el paso del tiempo, los detalles se difuminan y las nuevas visiones suponen un sablazo al recuerdo, y una puerta abierta a vislumbrar detalles que en principio pasan desapercibidos. Sin lugar a dudas, cuando uno habla de Psicosis lo primero que evoca es el cuchillo en la ducha, y la imagen de una hermosa Janet Leigh mostrando sensualidad incluso antes de ser asesinada. O el propio rostro atónito al descubrir el verdadero rostro de la tirana madre de Norman, el afable taxidermista de talante angelical.

Madre e hijo, dos en uno… quizás le hubiera restado el final demasiado doctrinal. En ocasiones es mejor dejar las interpretaciones en un suspiro, para que uno pueda dar rienda suelta a la imaginación y establecer su propia conclusión tintada de sangre.

DIRECTOR: Alfred Hitchcock

AÑO: 1960

miércoles, 8 de octubre de 2008

EL GOLPE (The Sting)

Hay debilidades que trascienden a cualquier explicación lógica y racional. La mía por Paul Newman sería una de ellas. Y como no hay una sin dos, y en estos momentos se brinda al fácil homenaje, me dejé llevar de nuevo por el dúo perfecto, y el recuerdo diáfano de haberla visto hace ya bastante tiempo.

Algo que me apasiona del cine es la capacidad de hacerme volar a su antojo. Si hay una sensación que saboreo con placer indescriptible cuando aparecen los créditos y la música final es la de haber sido manipulada al antojo del director, actores y todo el conjunto de gente que hay detrás de la puesta en escena de una historia. Me aburre lo previsible, los relatos en los que a media proyección ya puedes adivinar los siguientes pasos, e incluso sin demasiado margen de error cuál será la última escena.

Y ahora que mi mente sigue silbando sin poder acallarla la melodía que acompaña toda la trama dejo crecer en mi la sensación agradable de haber sido transportada durante unos minutos a una realidad que he vivido como propia, espectadora de un golpe que me demuestra de nuevo cuán creíble puede resultar un argumento si se le adorna de forma inteligente. Cuán manipulables podemos llegar a ser en el día a día si alguien no nos muestra en nuestras propias narices que la sangre derramada no era más que una bolsa de tinta roja debidamente colocada.

Y es cierto. La venganza no es suficiente…pero qué bien sienta!

DIRECTOR: George Roy Hill

AÑO: 1973

martes, 7 de octubre de 2008

EXTRAÑOS EN UN TREN (Strangers on a Train)

Cuando ya tenía por perdida la oportunidad de homenajearme con un buen ciclo de cine bajo las noches estrelladas de esta isla en mitad del oceano, se abrió la puerta a la lucidez y dando la vuelta a la tortilla inicio mi peregrinación bajo las manos del siempre genial Alfred con una de las muchas películas pendientes de ver.

Quizás se acompañe de la atmosfera de la noche, de la apacible calma que reina el entorno y la ausencia de cualquier otro sonido más que el del viento que mueve las cortinas de este pequeño lugar que me sirve de hogar temporal; o quizás la oscuridad, la predisposición a dejarme envolver por la trama sin otros condicionantes más que el cine en su esencia. O que bajo su genial batuta cualquier escena cotidiana puede envolverse de una sensación agobiante por la cadencia del suspense.

Y que tire la primera piedra el que no ha sentido el propio palpitar con los interminables sets del fatídico partido de tenis en el que se juega la última carta de la baraja, cuando la velocidad de los mates se entremezclan con las imágenes de un Bruno maníaco tratando de alcanzar el pitillero con sus dedos, cada vez más cerca, rozando el delirio. O quien no haya revivido sus pesadillas infantiles con el desbocarse del tiovivo a toda velocidad.

Toda historia tiene un trasfondo de la locura que constantemente impregnan los protagonistas de sus escenas de suspense. Juegos de luces y sombras, de palabras no dichas y gestos, de la incondicional presencia de una cara oculta en cada uno de nosotros, la socialmente censurable, la impulsiva, sin remordimientos, irresponsable y por ello a la vez temible.

Y es que… ¿no has deseado nunca, en niguna ocasión, deshacerte de alguien?

DIRECTOR: Alfred Hitchcock

AÑO: 1951