viernes, 13 de junio de 2008

SOSPECHOSOS HABITUALES (The usual suspects)

Siempre me he considerado una persona bastante ingenua, con capacidad para creer un episodio narrado con un mínimo de verosimilitud por alguien que se muestre inequívoco en sus planteamientos.

No iba a suceder lo contrario con el séptimo arte, agregándole el inherente efecto de verosimilitud que se le supone al celuloide, en un "todo vale" que poco se asemeja a la realidad.

Es por ello que cuando aparecen los títulos de crédito y advierto mi propia sonrisa tonta del que le han cazado con las manos en la masa siento una especie de satisfacción interior del que ha logrado el objetivo deseado, jugar con la mente del espectador hasta el punto de obligarle a recorrer los senderos del raciocinio previstos sin mayores recelos ni grandes raciocinios.

Luego tampoco soy de las que consagran su tiempo a buscar gazapos en el hilo argumental para reprocharle al director la falta de coherencia en los planteamientos. Me basta con saber que, como sucede en nuestro día a día, a la facilidad del engaño siempre se llega por premisas nada cristalinas.

De mafia, de pesquisas y frustraciones, desengaños y ambiciones, deslealtad y odio. La hampa, a la que casi siempre imagino a través de guiones cinemátograficos y se me antoja descafeinada, quién sabe, en relación a la verdad.

DIRECTOR: Bryan Singer
AÑO: 1995

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